Tras el giro a la derecha de Casado, Rivera tira los dados y ahora le toca irse al centro

Rivera, que como el pueblo de Dios no hace más que vagar por el desierto del espectro político para encontrar su sitio, vuelve a girar, en este caso hacia el centro. Para dejarlo claro, sobre todo a él mismo, que con tanto cambio ya está hecho un lío el hombre, ahora ha bajado un poco la frecuencia con que pronuncia las palabras España y español, para, en su lugar, subrayar con armónica cadencia de cada tres minutos y medio que él es un liberal y no conservador. Por si todos estos  argumentos ideológicos fueran poco, además se va a cambiar la raya de lado para que no se le confunda con Casado.

No obstante, por si pudiera surgir alguna fuerza emergente que les restara cuota en el centro, Rivera ya ha pedido a sus asesores que vayan preparando argumentos de izquierda tirando a extrema izquierda porque puede que Podemos acabe dejando hueco pronto.

Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros.
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