El estado de Nueva York prohíbe las terapias para cambiar la orientación sexual a menores de edad
Como siempre, en Grupo de Expertos queremos romper una lanza en favor de los colectivos más débiles, en este caso de ese grupo humano y profesional que se dedica a la terapia de conversión sexual, también conocida como reparativa o de deshomosexualización. ¿Qué será ahora de sus tradicionales y artesanales métodos de conversión como la modificación de comportamiento, la terapia de aversión, baños de agua fría, descargas, extirpación, oración, el consejo religioso etc. etc.? La respuesta a esta pregunta es demasiado dura para ser verdad, porque si se prohíben las terapias de conversión, todos estos profesionales se extinguirán y este folclórico y antiguo arte se perderá en el tiempo como lágrimas en la lluvia.
Puestos en contacto con uno de estos abnegados terapeutas, se ha mostrado profundamente triste y desconcertado por la noticia: "¿Por qué? ¿Por qué nos han hecho esto a nosotros que solo queríamos hacer el bien y lo correcto? ¿Por qué si lo único que hacíamos era enfrentarnos de igual a igual, cuerpo a cuerpo con el paciente, a pesar de sus bravas y agresivas reticencias? ¡Ah, qué fácil es decir eso de que los pacientes sufrían, así porque sí, sin demostrarlo! Además, ¿qué pasa con las terapias para cambiar la orientación pulmonar de los fumadores, ¿eh? Esas sí están bien, ¿no? ¡Cuánta hipocresía, de verdad!". Llegados a este punto, el abnegado terapeuta roto por la impotencia que produce ser víctima de la incomprensión, es incapaz de seguir la conversación.
En fin, todo parece indicar el fin de una era. ¿O no? Tal vez la irrupción en el panorama de algunos partidos que se definen como de extremo sentido común, pueda constituir para este atribulado gremio un atisbo de esperanza. G+
Puestos en contacto con uno de estos abnegados terapeutas, se ha mostrado profundamente triste y desconcertado por la noticia: "¿Por qué? ¿Por qué nos han hecho esto a nosotros que solo queríamos hacer el bien y lo correcto? ¿Por qué si lo único que hacíamos era enfrentarnos de igual a igual, cuerpo a cuerpo con el paciente, a pesar de sus bravas y agresivas reticencias? ¡Ah, qué fácil es decir eso de que los pacientes sufrían, así porque sí, sin demostrarlo! Además, ¿qué pasa con las terapias para cambiar la orientación pulmonar de los fumadores, ¿eh? Esas sí están bien, ¿no? ¡Cuánta hipocresía, de verdad!". Llegados a este punto, el abnegado terapeuta roto por la impotencia que produce ser víctima de la incomprensión, es incapaz de seguir la conversación.
En fin, todo parece indicar el fin de una era. ¿O no? Tal vez la irrupción en el panorama de algunos partidos que se definen como de extremo sentido común, pueda constituir para este atribulado gremio un atisbo de esperanza. G+
Gracias a las terapias de conversión, Pepito ha dejado de ser murciano. Foto Hans |
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