Los jugadores del Madrid se dejan la autoestima en Zorrilla* (1-0)

“No, no, eso es falso, yo no he perdido el Auto Estima, es que no se donde he puesto las llaves”, ha declarado sobre la marcha Sergio Marrones a Titulares (con grandes reservas). Al Madrid familiar y de andar por casa en zapatillas no le basta con querer para poder. Lento y sin talento, una combinación más peligrosa que el aguarrás con absenta, el Madrid es una pena sin alma, de prisas y prosa espesa, que ha confundido el carácter con el histerismo. Como los hijos a los padres, los equipos se parecen a sus entrenadores. Las reacciones se tienen que producir en cadena, tirando de la cadena. Menudo sumidero hace falta.


*Novias que no veas de los futbolistas: Tranquilidad, por una vez, Zorrilla no es lo que parece.