Gallardón cierra todos los bares
El alcalde socavador ha decidido el cierre de tres salas musicales de la capital, incluida La Riviera (nunca demolirán nuestros recuerdos, ni atizándonos con la Tizona). El día que murió la música. Los aficionados al pop estamos de luto. Ya no nos queda ni una sola sala de aforo medio en toda la ciudad para disfrutar de conciertos, salvo que Gallardotep habilite su despacho a tal efecto. El hombre que rebuscaba entre la basura ha descubierto ahora que estos locales cometen "infracciones graves" en las que ningún técnico había reparado hasta el asesinato en el Balcón de Rosales. Tarde y mal, a tientas y a destiempo, como de costumbre. Por esa regla de tres, la póoxima vez que se produzca un apuñalamiento en una estación de Metro cerramos toda la Red, y también la de Cercanías, por si acaso. Mierda de liberalpopulista incongruente... Está construyendo un Madrid a su imagen y semejanza. Feo, triste, maniqueo, aburrido...
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