El Madrid no pasa del empate (1-1) en Almería
El fútbol del Madrid sigue en blanco. No levanta la cabeza, como Robben. Y eso que se adelantó con un gol de Raúl, por el que CaldeROC, promesas cumplidas, ya medita ampliarle su contrato vitalicio y convertirlo en post mortem o ad eternum, la denominación que prefiera el capitán, que para eso es el que manda. Sin embargo, en una lamentable segunda parte, los merengues recularon como soldado cobarde (ese que vale para dos guerras y un armisticio) y el Almería parecía por momentos el Milán de Sacchi o el Brasil de 1970. En el gol andaluz, por cierto, Sergio Ramos es algo más que un cómplice necesario. El muchacho dicharachero se come tantos marrones que no para de cagarla...
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