Un hombre chino aprende a escribir con sus propias lágrimas
Según asegura la Radio Internacional de China, el ciudadano Ru Anting, de 56 años, ha sido capaz de conseguir tal control sobre sus lágrimas que es capaz de escribir frases con ellas (ha llegado a reproducir discursos de Fidel Castro completos) en una tela (marinera). El chino cocodrilo descubrió su superpoder en la infancia, probablemente tras leer alguna de las innumerables obras maestras de Antonio Gala, pero sólo empezó a entrenar su habilidad hace diez años y gracias a la práctica (estuvo varios años en España aprendiendo del maestro David Bustamante, en la Escuela de Llanto Dramático de CiU y el Centro de Alto Rendimiento del PNV) es capaz de segregar líquido (lágrimas, insistimos, no piensen mal) desde sus ojos a más de tres metros de distancia, palmo arriba o abajo. Su gran drama, lo que le impide ser feliz, es que cuando llora de verdad todos piensan que sólo está practicando.
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