Ramón Calderón: "Hay un grupo de mafiosos que va detrás de mí"
Aunque podría, no se refiere a los jugadores de su vestuario. El presidente del Madrid se siente perseguido por el florentinato y sus voceros mediáticos. Al abuelo de la gran familia blanca se le ha acusado desde distintos medios de utilizar una tarjeta del club para gastos personales (consumiciones en baretos, sesiones en centros de masaje, las clases de golf, las piruletas del nieto, el suelto para pagar la ORA, lo típico...) y de no declarar a Hacienda en los últimos años, igual porque ni él mismo sabe a que se dedica. Con la vena hinchada a lo Patiño, CaldeROC, promesas cumplidas, alegó que la tarjeta es de su hija (como nosotros imaginábamos antes con Fabra, lo que confirma que el presidente que se queda en blanco nos lee) y se defendió panza arriba en una rueda de prensa casi de folclórica ofendida. Cuando prometió que su equipo iba a dar espectáculo nadie se imaginaba que se refería a tan sublimes funciones...
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