Absuelto de malos tratos habituales un sujeto que ponía sus propios testículos sobre la mesa para decir que "mandaban sus cojones"
Sus amigos dicen que era un bromista algo brutote pero sano. Entre otras guasas, le bajaba las bragas a su mujer delante de ellos. El juez absuelve a este cachondo porque la zafiedad no es una infracción penal y porque el interesado no conoce que puede estar humillando (cuando no vejando) a la otra persona.
Ojala mi Tía Rufina hubiera disfrutado de este juez aquella ocasión en que, por desconocimiento, dejo de declarar una serie de partidas a Hacienda.
Los expertos 4.321 y 6.789 se dirigen en estos momentos a entrevistar al juez para intercambiar impresiones sobre los límites de lo penal. Dichos expertos fueron contratados por Grupo de expertos ante el extraordinario sentido del humor que demostraban tirando la cabra desde el campanario de su pueblo.
Ojala mi Tía Rufina hubiera disfrutado de este juez aquella ocasión en que, por desconocimiento, dejo de declarar una serie de partidas a Hacienda.
Los expertos 4.321 y 6.789 se dirigen en estos momentos a entrevistar al juez para intercambiar impresiones sobre los límites de lo penal. Dichos expertos fueron contratados por Grupo de expertos ante el extraordinario sentido del humor que demostraban tirando la cabra desde el campanario de su pueblo.
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